La estrategia de la empresa, apuntó, fue “hacer presión durante cinco años, con el Gobierno saliente, y ahora ya comenzaron a hacerla con el Gobierno que va a empezar el próximo sábado”.
“No es una cuestión de último momento”
El designado ministro de Trabajo, Juan Castillo, señaló que “el problema se arrastra desde hace varios años, no es una cuestión de último momento”, y recordó que, en 2015, cuando se desempeñaba como director nacional de Trabajo, la empresa ya mostraba dificultades.
“Es verdad lo que reclaman los trabajadores; uno no puede estar todos los meses o todos los años con la misma angustia. Si vas a cobrar el sueldo, si vas a cobrar el aguinaldo, cuánto empleo vas a conservar”, dijo, y agregó que “esto hay que discutirlo para tomar una decisión que dé perspectivas de estabilidad laboral y para el sector empleador”.
En cuanto a los controles a la empresa, que en 2024 recibió un fideicomiso para afrontar sus deudas y hoy vuelve a tener comprometidos los pagos a los trabajadores, Castillo sostuvo que “seguramente haya cuestiones de índole económica que hay que discutir, especialmente la viabilidad, la rentabilidad, algunos valores. Hay algo que está ocurriendo que no funciona, porque si la empresa tuviera todo lo mejor posible funcionando no estaríamos hablando de una situación donde los números no cierran”.




