En los puestos se pueden encontrar ropas blancas y celestes, flores, imágenes de Iemanjá, velas y barquitos que serán entregados al mar como ofrendas. También se venden perfumes dulces, joyas y elementos simbólicos.
Uno de los vendedores explicó la importancia de ciertos productos en la ceremonia: «Tiene pop para abrir los caminos, merengue para endulzar, miel y caramelos de miel. También hay perfumes de distintas fragancias, porque a ella le gustan los perfumes dulces».
Además, destacó que las perlas y los peines son elementos apreciados en la tradición: «A ella le gustan mucho las perlas y tener algo para peinarse».
Cada 2 de febrero, miles de personas participan en esta festividad, encendiendo velas, dejando ofrendas y pidiendo deseos a la diosa del mar.




