Uruguay fue elegido para integrar el Consejo Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por un período de cuatro años.
Este reconocimiento refleja el compromiso histórico de Uruguay con el multilateralismo y con la labor de la UNESCO, al tiempo que refuerza su proyección internacional y su tradicional política exterior basada en la defensa del derecho internacional, el diálogo y la cooperación.
En el mismo marco, la UNESCO aprobó esta semana la Recomendación sobre la Ética de las Neurotecnologías, un nuevo instrumento normativo que busca garantizar que el uso de estas herramientas contribuya a mejorar la calidad de vida sin vulnerar los derechos humanos. La recomendación insta a los gobiernos a asegurar que las neurotecnologías sean inclusivas y accesibles, y a establecer salvaguardas que protejan la inviolabilidad de la mente humana.
La neurotecnología abarca dispositivos y técnicas capaces de interactuar directamente con el sistema nervioso para medirlo, modularlo o estimularlo. El documento advierte sobre los riesgos de su aplicación, especialmente en niños y jóvenes en etapa de desarrollo, y desaconseja su uso con fines no terapéuticos. También alerta sobre la utilización de estas tecnologías en entornos laborales para monitorear la productividad o generar perfiles de datos de los empleados, subrayando la importancia del consentimiento informado y la transparencia total.




