El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, señaló este lunes en rueda de prensa que la represa de Casupá, con la que el gobierno pretende reforzar el suministro de agua potable en la zona metropolitana, tiene «impactos negativos», pero aclaró que «serán atendidos».
El jerarca mencionó como principales problemáticas a los relaciones con «cuestiones ambientales o con traslados y reubicación de algunas familias de productores», pero los minimizó «frente a la dimensión de la obra que estamos encarando, que viene a asegurar el abastecimiento de agua potable que la crisis del 2023 demostró que es imprescindible».