«Son barbaridades las que dijo el presidente. No puede ser que alguien con ese cargo diga cosas así», declaró a AFP Alicia González, una joven de 18 años que participó junto a su familia. Con la bandera multicolor pintada en sus mejillas, expresó sentirse «atacada» por las palabras de Milei y sostuvo que el mandatario debería «defender los derechos, no limitarlos».
El detonante de la manifestación fue el discurso del presidente en Davos el pasado 23 de enero, donde cuestionó el «wokismo» y el «feminismo radical», afirmando que este último busca «privilegios». También criticó el concepto de «femicidio» y lo que denominó «ideología de género», cuyas «versiones más extremas» consideró «abuso infantil».
A sus declaraciones se sumó el anuncio del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, sobre la intención del Gobierno de eliminar la figura del femicidio del Código Penal, así como la posibilidad de derogar los documentos de identidad no binarios y el cupo laboral trans del 1% en el Estado.
Para la activista feminista Luci Cavallero, el discurso de Milei «produjo un daño en las sensibilidades de una parte muy importante de la población» y fue el catalizador de la protesta. «Pasó un umbral con su discurso en Davos», aseguró.
El Ejecutivo respondió a las críticas afirmando que sus dichos fueron tergiversados y ratificó su compromiso con la «libertad individual». Analistas políticos consideran que Milei continuará con su estrategia discursiva para fortalecer su posición de cara a las elecciones de medio término en octubre.
Con información de AFP.




