En abril fue separada de su cargo y, en junio de ese mismo año, la Justicia formalizó la investigación por abuso de funciones, peculado y violencia privada.
Continuó la investigación, de donde surgió que su pareja, antes de ser capturado, contaba con las llaves del centro judicial e ingresaba llevándose equipos informáticos y computadoras del lugar.
Este hombre, además, había sido denunciado por el robo de celulares propiedad de pacientes de un centro asistencial, y la jueza hostigaba y amenazaba a los denunciantes para que retiraran las demandas.
Este viernes fue detenida en Rocha, donde residía, y trasladada a Rivera, donde cumplirá una pena de prisión efectiva por dos años y ocho meses en la Cárcel de Mujeres de ese departamento.




