El periodista internacional Javier Bonilla reportó desde el astillero Cardama en Vigo (Galicia) sobre la tensión generada tras la decisión de Uruguay de suspender el contrato para la construcción de dos Buques de Patrulla Oceánica (OPV).
Postura Firme del Astillero
Bonilla confirmó que la construcción del primer buque continúa, con un avance estructural estimado entre el 58% y 60%. El propietario de Cardama afirmó que no cesará la actividad hasta recibir una comunicación oficial de suspensión por vía diplomática y que sus abogados interactúen con contrapartes uruguayas. La empresa también tiene prevista la ratificación de las enmiendas para los motores Caterpillar la próxima semana, lo que confirma su intención de seguir adelante.
Llamado al Diálogo y Mediación
La disputa se centra en una «garantía sobre la garantía» que habría fallado. Cardama manifestó estar totalmente dispuesto a dialogar, mediar y a renovar la garantía bajo las condiciones que Uruguay requiera.
El periodista señaló que la rescisión unilateral del contrato por parte de Uruguay, sin advertencias ni procesos intermedios, ha sido considerada «insólita» por expertos jurídicos internacionales. Asimismo, indicó que el astillero ha mostrado voluntad de resolver la situación, incluyendo ofrecimientos de viaje a Uruguay, los cuales no han sido correspondidos por las autoridades uruguayas con la misma prontitud.
Impacto Regional y Urgencia para la Armada
La medida uruguaya ha provocado sorpresa y especulación en Galicia, donde el sector naval es vital para la economía (casi el 4% de la actividad directa e indirecta). Bonilla enfatizó que la falta de una solución rápida es perjudicial para ambas partes, especialmente para la Armada de Uruguay, que se encuentra en una situación de «indefensión y falta de recursos» y que un nuevo llamado a licitación implicaría demoras de dos a tres años más.




