«Si la persona no sabe nadar, no tiene adaptación al medio, no sabe flotar, no debe ingresar al agua a una profundidad mayor de la cintura o el pecho, preferentemente la cintura«, contó.
Para aquellos que sepan nadar, es recomendable que lo ingresen de forma «paralela a la costa», ya que ante cualquier situación los guardavidas podrán asistir a la persona.
Geymonat se refirió, además, al proceso de ahogamiento de una persona y contó que este lleva «más o menos 10 minutos» hasta que la persona muere. Sin embargo, para que no haya «ningún problema», el guardavidas debería llegar «antes de los dos minutos y medio», por lo que si la persona está «mar adentro» se dificultaría el tiempo de respuesta.
Una distancia mayor a los 250 metros «para cada lado del puesto», por tanto, representaría una situación «compleja» ante eventuales respuestas.
Finalmente, insistió en que los bañistas no ingresen al agua en lugares donde no haya servicios de guardavidas y pidió que siempre que haya un problema se dirijan a la casilla de guardavidas y no realicen ningún intento por su propia cuenta para salvar a quien necesite ayuda ya que la persona podría convertirse en una nueva víctima y dificultaría el trabajo de los guardavidas.
Cuidados con cauces de agua dulce
El guardavidas le explicó por otro lado, que cada cauce –agua dulce y agua salada– tiene sus «características especiales» que conllevan un mayor o menor cuidado.
Los lugares con agua salada, como las playas oceánicas, generaran «mayor flotabilidad» ya que el agua es «más densa». En los cauces de agua dulce, en contraposición, «la gente flota menos». Este es el caso de arroyos o embalses, por ejemplo.
«El tema también es que en los arroyos o en los embalses vos ves la superficie generalmente está muy bien al no tener olas, pero el arroyo siempre tiene una corriente, que a veces no se percibe, pero siempre está«, explicó luego.
Además, en estas superficies de agua se puede localizar algún pozo, ramas u otra cosa que no sean perceptibles desde la superficie.
Estos cauces de agua dulce, por tanto, tienen una «peligrosidad diferente», existiendo una mayor posibilidad de que la persona se pueda ahogar.
El problema también con los embalses es que por lo general «son muy profundos». «Pueden tener varios metros de profundidad y con agua dulce, poca flotabilidad. Así, si la gente no sabe flotar, enseguida va a tener un accidente«, explicó.
Otras recomendaciones generales
- Respetar los tiempos de digestión luego de una de ingesta de alimentos abundante antes de ingresar al agua (dos horas y media aproximadamente).
- No tomar baños si se encuentra alcoholizado o bajo los efectos de otras drogas. Se suelen sobrevalorar las capacidades y minimizar los riesgos.
- Recordar llevar sombra (sombrillas, etcétera) y utilizar protector solar de factor mayor o igual a 30.
- Llevar abundante agua para asegurarse una correcta hidratación.
- Utilizar indumentaria adecuada para la protección solar (gorro, lentes y remeras de manga larga y colores oscuros).
MSP listó una serie de recomendaciones para prevenir ahogamientos
El Ministerio de Salud Pública (MSP) lanzó una guía de prevención de ahogamientos, destacando la importancia de reducir estos accidentes, especialmente durante la temporada de verano.
Entre 2019 y 2023, Uruguay registró 189 muertes por ahogamiento, un tercio de ellas en menores de 19 años.
El ahogamiento es la primera causa de muerte en niños menores de 5 años, siendo una tragedia prevenible con la supervisión adecuada.
La guía presentada en el marco del Día de la Prevención de Ahogamientos tiene recomendaciones específicas para diferentes grupos etarios, en especial para niños y adolescentes.
Las autoridades destacaron la importancia de la prevención en ambientes acuáticos, subrayando la responsabilidad de los adultos y la comunidad en general.
Para acceder a la guíase debe ingresar a la página web del MSP.




