Representantes del gobierno firmaron este jueves al mediodía el contrato con el Consorcio Aguas de Montevideo para la puesta en marcha del proyecto Neptuno en Arazatí (San José), donde se construirá una planta potabilizadora que tomará agua del Río de la Plata para abastecer al área metropolitana y alrededores.
El consorcio, que obtuvo la adjudicación en agosto de 2023, está integrado por las empresas Berkes, Saceem y FAST.
El proyecto arrastra críticas del gobierno electo, liderado por Yamandó Orsi, que comenzará sus funciones el próximo 1° de marzo. El ministro de Ambiente designado, Edgardo Ortuño, dijo este miércoles que se debería «aprovechar la oportunidad» de la transición para «estudiar el proyecto» en «el marco de una política nacional de aguas».
En diciembre, ante nuevos reparos del Frente Amplio, Lacalle Pou dijo que no pondría el «freno de mano» al proyecto, pese al cambio de mando previsto, y que aún tiene «la legitimación para gobernar». En este sentido, aseguró que este proyecto se haría «porque es bueno para el país» aunque buscaría «un punto intermedio donde más o menos todos» queden «satisfechos».
A las afueras de la Torre Ejecutiva, donde se firmó el contrato, un grupo de unos 70 manifestantes cantaron, aplaudieron y gritaron contra el proyecto, por ejemplo cuando entró el ministro de Ambiente, Robert Bouvier. Entre ellos había integrantes del sindicato de OSE.




