La competencia tuvo dos etapas: una de obediencia y destreza, y otra de búsqueda en un área de 40.000 metros cuadrados. “Lo que se busca es ver el control que el guía tiene sobre su perro y que el perro sea sociable tanto con otras personas como al trabajar al lado de otro perro”, agregó.
Martínez subrayó la importancia del trabajo conjunto entre el hombre y el animal. “Él utiliza la nariz y yo utilizo mi mente. Tengo que analizar el área, de dónde viene el viento para ayudarlo a él”, explicó.
El cabo también destacó la vocación necesaria para este tipo de tareas. “Es muy difícil encontrar personas que trabajen con perros por vocación. Hay que entrenar en distintos horarios y lugares, incluso con niños, para que los animales aprendan a socializar”.
Gero forma parte del centro de instrucción militar de perros del Ejército, donde hay unos 20 canes. Doce están especializados en detección de explosivos y seis en búsqueda y rescate de personas.
El grupo K9 ya ha participado en misiones internacionales, entre ellas el operativo humanitario tras el terremoto de Haití en 2010. En Uruguay, sus tareas principales se centran en la detección de artefactos explosivos durante actos protocolares o eventos con presencia presidencial.
Por su desempeño, Martínez y Gero representarán nuevamente a Uruguay en la próxima competencia internacional de búsqueda y rescate.




