El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este miércoles que notificará al Congreso si decide extender esas operaciones a tierra firme, tras la destrucción de dos embarcaciones en el Pacífico. Según el Departamento de Defensa, se trató del octavo ataque contra supuestas “narcolanchas” desde el inicio de la operación a fines de agosto.
En Venezuela, el Gobierno ha realizado ejercicios militares, desplegado tropas en las fronteras y convocado al alistamiento voluntario de civiles. También ha difundido imágenes de estas actividades en medios estatales.
Maduro informó que se creará una aplicación digital para que la población denuncie situaciones o personas sospechosas, en el marco del llamado “sistema nacional de defensa”. La medida busca fortalecer lo que el Gobierno denomina “inteligencia popular”.
El mandatario firmó un decreto de conmoción exterior que prevé medidas extraordinarias de seguridad en caso de agresión directa.
A comienzos de mes, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, pidió a la población “prepararse para lo peor” ante lo que calificó como una “amenaza seria” de Estados Unidos.
El aumento del despliegue militar ocurre mientras ambos países mantienen acuerdos para los vuelos de deportación de migrantes. Según el Gobierno venezolano, desde febrero regresaron 15.000 personas en 78 vuelos, incluido uno que aterrizó este miércoles con 208 pasajeros expulsados desde Estados Unidos.




