Los vecinos de un campo argentino ubicado en la zona de Puerto Tirol, en Chaco, alertaron en la tarde del jueves por una situación inusual que los alarmó: encontraron incrustado en el suelo de una propiedad privada un objeto metálico cilíndrico que aparentemente habría caído desde el cielo. Los locales atribuyeron que el artefacto aeroespacial corresponde a la empresa Space X, del magnate Elon Musk.
Según el medio local Diario Norte, el dueño del predio, identificado como Ramón Ricardo González, permitió el ingreso de la policía de la Comisaría de Puerto Tirol, que constató y analizó el extraño objeto. En tanto, tomó intervención el Departamento de Bomberos Metropolitana para descartar cualquier riesgo explosivo del artefacto y, luego, cerró el lugar para habilitar el ingreso únicamente al personal técnico especializado para trabajar sobre el hecho.
De momento se desconocen descripciones sobre el objeto y su origen, sin embargo, los vecinos sugirieron diversas hipótesis. La más fuerte refiere a que se trataría de un caso de chatarra espacial de Space X, es decir, de un artefacto utilizado para alguna misión aeroespacial que cayó desde el cielo al perder su función. Su forma cilíndrica se asemeja a componentes utilizados en estructuras de propulsión o tanques de combustible de vehículos espaciales.
En la región norte del país argentino no se registraron casos de basura espacial, aunque consiste en una problemática peligrosa que afecta a distintas ciudades y países. Años atrás, expertos en el tema alertaron que, si no se vigila, podría generar problemas significativos a las futuras generaciones y dificultaría cada vez más el acceso al espacio o, en el peor de los casos, lo imposibilitaría.
En este sentido, el Soutwest Research Institute (SwRI) presentó un sistema de detección y caracterización de micrometeoroides y desechos orbitales para monitorear impactos en satélites y naves espaciales, como respuesta a una problemática que cada día se agiganta más. Consiste en proporcionar datos críticos posteriores al impacto, lo que garantiza la detección del mismo incluso cuando los daños no son inmediatamente evidentes.